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Los vientos inocuos

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El Trato

De la emoción se escribe cuando ya esta muerta o podría ahogar la pluma en un hecatombe de tinta, al intentar escupir palabras teñidas por una sonrisa amplia o una mirada furtiva y en confidencia.  Escribir de amor es una empresa de titanes; otros temas como la respiración, anima a escribir del viento y la calma, del origen y la existencia, de la inexorable marcha que condena nuestro significar. ¡Ay! Pero escribir de amor, es perdida y desesperación, es vagar en un valle desolado buscando sentido al capricho de la promesa de una tierra inexistente.  De amor romántico no se escribe; el amor incondicional, la generosidad a todos los seres, las emociones positivas, son formas de amar que acercan a la trascendencia.    ¡Ah! Más caprichoso es el corazón, que se desarma con solo una sonrisa. Y de ahí surge el verso, que tímido se asoma, inarticulado y poco coherente.   El trato  Venus se asoma desde su altar, inmaculada y radiante cual ninfa de mar. Marte en...

Dietas clínicas

“¡Uy, No! Esta en obesidad, señora Chela, ya con eso estamos a un paso de la diabetes” me bajé de la báscula con las piernas más flojas. Sentí como si me hubieran echado un tecomate de agua fría; mi vecino “El Telúrico” tuvo eso de la diabetes y le fueron mochando los pies hasta que quedó tabique, yo no quiero terminar así. — ¿Cómo es eso de la obesidad doctor? ¿Voy a tomar medicina o qué me va a dar? — Señora Chelita, no hay medicina para la obesidad, lo único es pararle a la comedera — el doctor, un poco más joven que mi nieto mas grande, se carcajeó y mi hija que me acompañaba a consulta me dio un codazo. — Mamá, eso significa que estás gorda y debes dejar de tragar tanta grasa y tortillas. Ya le he dicho, doctor y no me hace caso. — Así como dice su hija, esta gorda y si no deja de comer mal le va a dar diabetes ¿Sabe que la diabetes hace que le mochen los pies? ¿No quiere usted morirse y no poder cuidar a sus nietos o sí? Hay que bajarle a las garnachas. — ¿Qué puede co...

Primer Bardo

Algún día del 2022 Como vendaval, me azotó un recuerdo, de una gélida tarde de invierno, anunciaba muerte con las hojas que caían del cedro: trémula una voz lo anunció, “Ha muerto”. Mi alma flaqueó, y la coraza se rompió. ¿Qué era lo que atrás quedó? Un ser bien versado en el instinto animal, indiferente al rocío matinal, sin sentido alguno de lo trascendental.  El autómata que con ahincó críe, se enfrentó a la realidad: la transitoriedad de lo material. ¡Has muerto! Que pena. Reencontré mi perdida conciencia. Renací en el sentimiento. Hoy lo repito y lo abrazo con emoción ¡Has muerto! Que dicha; por los cometas y el sol, los higos y las mandarinas, los curas y el dharma, la razón y la contradicción, tu recuerdo y mi corazón. Lo repito ¡Has muerto! Que dicha, sigo vivo. Y con tu muerte cruce el portal, que me reencontró con mi humanidad, ¡Que preciosa mi vida humana! Te agradezco por recordarme, lo sagrado en esta rara coincidencia, que es vivir. Fuente: https://soundcloud.co...

Loco

Fui un retoño ansioso de aventura que se convirtió en un aprendiz diligente y meticuloso, con el gigantesco sueño de alterar la configuración de la realidad.  Al poco tiempo transmuté en el escudero destacable, igualado por pocos, con hambre insaciable y el espíritu obnubilado de necesidad. Reclamé la espada y me convertí en rey.  ¡Que desdicha ser autoridad; el títere de las causas colectivas que se traduce en los caprichos del orden superior! Tedioso burócrata alejado de la guerra y las pasiones por el bien comun de enaltecer a unos cuantos. El espíritu despertó y degeneré en un loco; amante de la contemplación, perdido en la reflexión, embriagado del presente y mendicante de conexiones. Renunciante de lo material y buscador de sensaciones. Un vagabundo sin remedio y por primera vez, siguiendo el orden del corazón.

Mente de Principiante

La mente de principiante no censura con rigidez burocrática o institucional, mira a los ojos de la experiencia pristina sin excusas ni disculpas, en un afán de descifrar lo sagrado detrás de las barreras impuestas por la convencionalidad colectiva. Es la vuelta metafórica al paraíso del cual fuimos exiliados a cambio de la meritocracia del conocimiento y la soberbia que veta la experiencia. La mente de principiante es la escala de color en un atardecer o la emoción de descubrir el misterio detrás de una novela. Es un viaje orféico regresando cada vez nuevamente transformado.  Es la expresión en el primer parráfo de volver a los diecisiete:  Volver a los diecisiete, después de vivir un siglo Es como  descifrar signos sin ser sabio competente Volver a  ser de repente tan frágil como un segundo Volver a  sentir profundo como un niño frente a Dios Eso es lo que siento yo en este instante fecundo La mente de principiante nos da un mundo de posibilidades por experimen...

Anuncio de Despedida

Él era sensible y se percató apenas lo observó; eran los titanes de vuelta con el ansía floreciendo en cada poro, se asomaba en los hilos de palabras que taladraban violentamente la loza de generosidad arduamente erguida con el tiempo invertido. El impacto fue brutal y dejo en catatonía la razón; eran los titanes inconscientes guiados por la sed de victoria. Él era sensible y lo percibió con la precisión del relojero a pesar de la marcada sutileza que vehementemente protegieron, y se convenció.  Aquel no era su hogar.  Recolecto en pieles cachivaches y símbolos, en silencio, decepcionado. Se venció apenas con un suspiro la flaca resistencia que le ataba a esa realidad.  Eran los titanes, los que lo liberaron.  Él era artero y sensible, al fin, escapó.

Traga que no te has de llenar

Están libres los ávidos; gritan sus logros, ansían poder, buscan reflectores, se hacen notar, habitan en el futuro que no ha llegado. Están libres los ávidos; no se conocen sus penas, se muestran triunfando en el trabajo o en una singular foto en algun lugar de Europa.  Insaciables tragan los frutos de la dicha eterna que no los han de saciar. Sueñan con la vida eterna y apuñalan a traición a cambio de segundos de fama. Si tan solo escucharamos la voz de la infancia con nuestra adulta consciencia, se revelaría desnudo el enigma de esta efímera existencia.