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Del Autor


 Gusto de vagar en las letras de la poesía; la vida toma otro rumbo a través de los versos y resuena mi singularidad con Machado y Lorca. Me fascina la naturaleza humana y analizar las matrices culturales que nos edifican. 

Atesoro la amistad, pero por naturaleza o genética soy introvertido y suelo perder la voz en multitudes. No sé iniciar conversaciones espontáneas y siendo honesto no me interesa. Lucho por el bien común con fortaleza incontenible. 

Disfruto los momentos solitarios y en silencio, más, si pierdo la atención, caigo en oquedad mental y me saturo de faenas. Mi proceso de reflexión lleva tiempo, si la demanda es inmediata se me ahogan las palabras. 

Cuando la circunstancia me conmueve profundamente la hago un poema y también si me indigna. Percibo nítidamente las emociones de otros seres que se me incrustan a la piel formando una coraza de peso muerto, solo aliviada por la expresión del amor y la compasión. 

Siento una urgencia asfixiante por expresar mi sentir artístico doblegándome al borde de la locura la furia de los titanes hambrientos de poder donde paso mis días cumpliendo una condena que yo mismo me asigne. 

No añoro los días de lluvia, ni los días soleados, me entreno en la consciencia plena para residir en el presente, inhalando con el incienso la calma que aletarga el corazón y abre los sentidos. 

No soy hombre, no soy mujer, ni siquiera entro en la diversidad. Soy disidente; persona renunciante a cualquier rol en la campaña incansable del mas puro y sincero significado humano. 

Concluyo con la firme convicción de que eso llamado estado poético es un destello de la iluminación. Al final, y citando a Bhante, "La historia muestra que los mejores solo viven lo que una vez soñó el poeta" 



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