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Libertad IMSS

Veloz y rauda surcando el cielo, el águila representa la libertad. Sus alas en despliegue majestuoso, muestran su inagotable fuerza. Fortaleza incansable, lucha sin cuarteles, el águila es la protectora de mi pueblo por excelencia. 

...

Libertad IMSS representa un grito de presencia ante lo censurado y marginado, un breve recuento de tolerancia y cariño, ejercido por una Médica destacable que ejerce su profesión con compasión y amor. Antes de que sea cambiado a una versión literaria y hermosa, comparto mi versión, ganadora entre tantas para la publicación de Historias con motivo del Ochenta aniversario de mi tan querida institución. 


Libertad IMSS

En el primer atisbo de conciencia, entendí que era diferente de una forma especial. Me hicieron vestir de azul y ocultar las lágrimas tras una seriedad estoica e inamovible, pero no era Yo. La vida me orilló a ocultar mi inocente naturaleza entre las sombras, viviendo una realidad que no era la mía. El proceso fue difícil, el odio se incrusta en lo que sale de la convención y no duda en etiquetarte y marginarte. Pocas personas se toman el tiempo de preguntar sinceramente ¿Quién eres?

Tuve una urgencia y fui internada en el Hospital General de la Raza; todo me era ajeno, tenía miedo. Una doctora se acercó a hablarme de la anestesia; tomó el expediente donde estaba inscrito el nombre de “Raúl”. Me preguntó “¿Cómo prefieres que te llame?” Pocas personas se toman el tiempo, pero ella lo hizo. Despertar de la cirugía siendo llamada por tu nombre verdadero, marca una diferencia que permanece grabada en el corazón.

Inspirada en aquella doctora, me orienté con el personal del IMSS para que el nombre plasmado en los documentos de identidad coincidiera con el que mi alma clamaba. En la Unidad de Medicina Familiar no dudaron en cambiar la cartilla de salud. Pacientemente, la enfermera de la unidad pegó la nueva foto en la cartilla de salud rosa donde se leía una F en el número de seguridad social. Me permitieron sin vacilar, ser Yo.

Volví al Hospital General de la Raza y fui internada, ahora en el ala de mujeres. Mientras esperaba la valoración médica una Doctora se me acercó, adiviné su sonrisa detrás del cubrebocas y con un tono alegre me dijo “Qué gusto volverte a ver Erika”.

Con todo el cariño a las personas que decidieron ser libres, el IMSS está contigo.


*Los derechos de esta historia, corresponden al Instituto Mexicano del Seguro Social. 

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